Érase una vez un chico que nació en un pequeño pueblo de pescadores con un sueño: ser costurero. Un día, con doce años, un hada madrina descubrió el talento del joven, pero en esta ocasión no tuvo que convertir una calabaza en carroza, sino dejarle uno de sus mejores vestidos comprados en la ciudad y un trozo de tela para que lo copiara. La sorpresa para la “madrina” es que la copia resultó ser mejor que la original. Este es el principio de uno de los padres de la alta costura, es el principio de un maestro: Balenciaga.
Este es el principio de uno de los padres de la alta costura, es el principio de un maestro: Balenciaga. Clic para tuitear“Tenía 12 años cuando la marquesa me autorizó a hacerle un primer modelo. Imagina mi alegría cuando la vi al domingo siguiente saliendo de la Iglesia con mi vestido” (Cristóbal Balenciaga)
Este fue el comienzo de Cristóbal Balenciaga Eizaguirre junto a su mecenas, la abuela de la Reina Fabiola de Bélgica, la Marquesa de Casa Torres. Ella veraneaba en Guetaria, un pueblo situado a unos 20 kilómetros de San Sebastián, y la madre del Cristobal era su costurera. Este 2017 tenemos varias exposiciones, tanto en España como en París y Londres, para celebrar los 100 años de la apertura de su primera tienda en San Sebastián. Estas muestras están inspiradas una de sus prendas fetiches: el vestido negro. El maestro era de los pocos que conocía toda la disciplinas en el arte de la moda; podía dibujar y ejecutar el diseño de forma perfecta. Su manía era que en cada colección, él mismo desde el principio hasta el final, confeccionaba la prenda básica de armario, el “little black dress”.
“La alta costura es como una orquesta cuyo director es Balenciaga. Los demás modistos somos músicos que seguimos las indicaciones que él nos da” (Christian Dior)
Nosotras queremos centrarnos en los inicios y por ello estuvimos visitando Guetaria, su pueblo donde se encuentra el museo Balenciaga, el cual alberga una de las mayores colecciones de vestidos del coutier. También visitamos la preciosa ciudad de San Sebastián, lugar en el que abrió hace 100 años su primera casa de modas en la calle Oquendo, número 10: Eivisa. Después de contemplar esas montañas con viñedos para elaborar el rico txacoli y al fondo ese mar Cantábrico, pasear por las calles y la playa de la Concha, entendimos el motivo por el que la Reina Regente María Cristina y su corte se trasladaban todos los veranos al norte y porque todas visitaron el taller de un joven de 24 años que abría su primer taller.
Cristóbal Balenciaga tenía como colores fetiches el negro, los marrones, rojos y rosas, aunque resulta curioso que no hiciera uso de ellos ni en su primer encargo, ni en el colofón de su carrera, ya que estos fueron vestidos de novia. El blanco fue el color de su principio y de su final del maestro.
El blanco fue el color de su principio y del final del maestro. Clic para tuitear“Una mujer no necesita ser perfecta o bella para llevas mis vestidos, el vestido lo hará por ella” (Cristóbal Balenciaga)
Los humildes orígenes del maestro no impidieron su éxito, al contrario, él tuvo una buena formación que plasmó en sus creaciones. El paseo por el museo es una clase de Historia del Arte, ya que los vestidos manifiestan la fuerte influencia de los grandes de la pintura española como Velázquez y Goya. Todo mezclado con las costumbres de un pueblo pesquero. Aunque como todo artista, las “manías” del coutier se pueden observar en todos sus trajes:
Los tejidos de sus vestidos se podían quedar de pie sin necesidad de maniquí. El gazar, que es una seda rígida, es el ejemplo perfecto, ya que fue creado en colaboración con la textil suiza Alexander. Las telas se adaptaban a la silueta femenina.
La manga, su obsesión. La búsqueda de la manga perfecta le llevó a dibujar, cortar, coser una y mil veces esta parte del vestido. De su primera colección la prensa solo escribió sobre una manga que constaba de dos mitades, cortada de una pieza junto con la parte delantera y trasera de un abrigo. Balenciaga compraba las creaciones de sus contemporáneos para deshacer y comprobar las técnicas que estaban utilizando.
“Balenciaga es un couturier en el verdadero sentido de la palabra. Sólo él es capaz de cortar los tejidos, montarlos y coserlos a mano. Los demás son simples diseñadores de moda“ (Coco Chanel)
Por último, sabemos que todos al final trasladamos nuestra forma de ser en todo lo que creamos y en el caso de Cristóbal no era diferente. Era una persona con gran confianza en sí mismo y de fuertes convicciones. La prueba es su decisión de cerrar el taller cuando, según él, la moda se convirtió en vulgar. Elegante, siempre se mostraba a sus clientas de “punta en blanco”. Obsesionado con la perfección. Inteligente para los negocios, reservado y austero. Su taller se comparaba con la celda de un franciscano.
Sin embargo este “franciscano” fue el maestro de los siguientes grandes diseñadores de la historia de la Moda como Hubert de Givenchy, Courrèges, Ungaro y Oscar de la Renta, y marcó un antes y un después en la historia de la moda.
“Un buen modisto debe ser arquitecto para la forma, pintor para el color, músico para la armonía y filósofo para la medida” (Cristóbal Balenciaga).
Carmen García de Zúñiga Pedrosa
Isabel dice
Qué mejor manera de iniciar esta nueva etapa de EVBlancos que con un post del gran modista Balenciaga! Todo un icono en el mundo de la moda y del arte en general, porque pienso que sus diseños y vestidos fueron auténticas obras de arte y que como tal así se exponen en ese maravilloso museo en la ciudad de Guetaria, que tan buenos recuerdos me trae.
Enhorabuena! y os deseo lo mejor en este nuevo proyecto